BLW: Qué es



Baby qué?



El baby-led weaning es un modo de introducción a la alimentación complementaria sin alimentos triturados o purés, de forma que es el propio bebé quien prueba y manipula la comida por sí solo, con sus manos, sin que sea el adulto el que se la dé vía cucharadas. Decide cómo, qué y cuánto comer en función de sus necesidades reales.

La traducción literal al español sería “destete guiado por el bebé” (weaning significa destete en inglés). Sin embargo, en nuestro idioma lo conocemos más por “alimentación autorregulada”. 

En los últimos años se ha ido concienciando a los padres acerca de la importancia de la lactancia materna, la crianza con apego, el respeto por el ritmo natural del bebé… el BLW es la forma más respetuosa y natural para alimentar nuestro bebé una vez éste está listo para tomar sólidos.

¿Cuándo estará listo?

En general, los bebés están preparados para tomar sólidos a partir de los 6 meses de edad.
Pero lo que realmente determina que un bebé pueda ingerir comida es que cumpla los siguientes requisitos de forma simultánea (todos a la vez):

1/ Se mantiene sentado sin ayuda (o casi sin ningún tipo de apoyo) con la cabeza erguida.
2/ Coordina ojos, manos y boca, de forma que puede visualizar un objeto, agarrarlo y llevárselo a la boca.
3/ Ha desaparecido el reflejo de extrusión (lo tienen los bebés como un mecanismo de defensa para empujar hacia fuera algo introducido en la boca, y lo detectaréis si vuestro bebé se limita a escupir hacia fuera el alimento con su lengua).

¿Se está alimentando lo suficiente? Yo creo que en un puré hay más cantidad de comida…

El BLW se enmarca en la alimentación complementaria. Complementaria a las tomas de leche materna (o de fórmula cuando no es posible ésta). Estas tomas le están reportando todos los nutrientes necesarios hasta que vaya incrementado la cantidad de comida.
Así que al principio no te preocupes si con la comida se limita a jugar, rechupetear, tirarla al suelo… cualquier actitud es normal. Cada bebé es un mundo, cada uno explora su entorno a su manera. Y la leche cubre sus necesidades a lo largo de esta etapa.

¿Qué ventajas tiene?

  • Es respetuoso con el ritmo natural del bebé: es él quien tiene el papel activo (se alimenta) en lugar de pasivo (recibe de otras manos la comida). Ejerce el control sobre el ritmo a la hora de comer y el modo en que lo hace (a veces estrujará el alimento, a veces se lo meterá todo de golpe…). El cómo y el cuánto carecen de sentido al inicio de la alimentación complementaria (hemos visto porqué en el punto anterior).
  • Aprenderás sus gustos: al ofrecerle los alimentos por separado (y no juntos en una papilla), verás su predilección hacia algunos alimentos. Eso te permitirá planificar las comidas (si le pirra el calabacín, como es el caso de mi peque, probablemente lo tendrás de comodín cuando ese día no quiere probar nada nuevo o por el contrario vas a animarte a darle algo nuevo y quieres un “plan b”). No se trata de darle siempre lo mismo. Pero es útil saber que le gusta, como con cualquier otra persona!
  • Mejora su masticación, coordinación y favorece el habla al ejercitar los músculos faciales.
  • El bebé es uno más en la mesa: podréis comer todos juntos, y no por separado. Aunque tengas que estar pendiente de él, no es lo mismo que estar únicamente por la labor que vacíe un cuenco a cucharadas.
  • Fomenta la autoestima: cada vez que el bebé experimenta por sí mismo hitos (ver un objeto, agarrarlo y que haga ruido; gatear; ponerse en pie…) está comprobando que es capaz de hacer algo que le reporta una gran satisfacción. Son las bases de cualquier buena autoestima, y si se siembran desde que se nace, mejor que mejor.


Vale, estoy convencido… ¿y qué le doy?

Este tema merece una entrada a parte.
Pero, a modo de resumen, se le puede ofrecer cualquier alimento saludable (sin procesar y al vapor, horno o plancha) en porciones que pueda agarrar con la mano (relativamente grandes y que pueda coger con facilidad, a tiras por ejemplo). De uno en uno para detectar posibles alergias alimentarias.

Los alimentos a evitar son éstos (al menos hasta que cumpla el año de edad): sal, azúcar, miel, lácteos, aceite calentado (frituras), pescados con alto contenido en mercurio (atún, pez espada, tiburón...), embutidos y curados (por su alto contenido en sal),  alimentos sólidos con los que podría ahogarse: frutos secos enteros, uvas, cerezas, zanahoria cruda…. etc.

Calabacín con topping de hummus, macarrones y medio higo




-         Fuente: Rapley, Gill & Murkett, Tracey. Helping your baby to love good food. Vermilion, 2008.

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